lunes, 10 de diciembre de 2007

¡Eureka!


¿Quién dijo que todo está inventado?

Lo escuché por ahí, lo decían a mis espaldas. Lo susurraban despacito, con el cuidado que merecen los secretos.

¿Quién lo ha dicho? ¿Acaso no sabe que aún hay mil amaneceres por descubrir?

No lo creo cierto, no se ha inventado todo.

Ante mis ojos nacen nuevos inventos:

Una sonrisa auténtica, irrepetible; una manera diferente de querer; un innovador silencio; una mirada efímera.

Cada instante es único, insuperable. Los actos no se reproducen ni se acumulan, los actos son esenciales y determinantes.

Todos somos inventores, componemos sin proponérnoslo. Producimos e improvisamos constantemente, sin dar descanso a la imaginación ni vacaciones a la creatividad.

2 comentarios:

Gabo dijo...

Supongo que, en la medida en que naturalizamos las cosas, en la medida en que naturalizamos la vida misma, nos olvidamos del poder de cambio que tenemos ante las más simples acciones del día a día.
Es innegable la posibilidad concreta y coherente de cada uno de personalizar su vida. Pero para eso es necesario un espíritu de autocrítica y de autosuperación que, más allá de estas bellas palabras, pocas veces llevamos a la práctica concreta.

Agustín Paunero dijo...

Totalmente cierto! nadie para de crear o inventar...es algo inevitable!!

todos podemos hacerlo...de cualquier manera!

de a poco ire volviendo al señor blog! espero que andes bien!

besos!

se´vemo!