domingo, 21 de abril de 2013

Days



Balcones llenos de domingo, de risa sin forzar.
Mates con espuma, aire fresco bajo la piel.
Días de noches, de refugio cálido, de sueño pesado.
Mañanas de sol y atardeceres color chicle.
Se siente gaviota y lagartija.
Se siente nube y selva.
Se siente jazmín y pomelo.
Se siente zorzal y un poco puma también. 
Zorzal para volar, puma para apechugar.

jueves, 11 de abril de 2013

Marca de agua



Una marca que nos quedó en las paredes y en el corazón.
Sí, estamos monotemáticos. La tormenta nos sacudió la cabeza.
Nos pateó el tablero.
Quedan aún los miedos, la susceptibilidad de que la lluvia se convierta una vez más en la peor pesadilla.
La impotencia de sentirnos vulnerables ante un fenómeno natural.
La bronca de sentir una vez más que los que administran nuestras ciudades no nos cuidan.
En los barrios la situación sigue siendo complicada y hoy está lloviendo de nuevo.
Se buscan funcionarios responsables que se embarren las botas.
Se encuentra la solidaridad vecinal, el compromiso de los movimientos sociales.
El cepillo en mano, la lavandina, el mate, los colchones, los bolsones de ropa, los bidones de agua.
Y nada más.

lunes, 1 de abril de 2013

Frenética metrópolis



La camisa verde, el celular, la mano….
El corderoy, las risas con dientes apretados.
El olor a café, a café quemado, a quemado, a humo.
Las conversaciones ajenas, las miradas estigmatizantes.

La ciudad se ríe a oscuras, a espaldas de todos aquellos mortales que intentan escaparse.
Las luces, la música, las luces.

Las servilletas de papel, de ese que no seca ni limpia.
Las tazas bien porteñas, con ribetes dorados.

-Con edulcorante para mí por favor.

Las putas costumbres.
Los choques atolondrados en la calle, la verborragia, los gritos.
Los panchos en la estación.

-Con papitas y mostaza para mí.

La humedad. La maldita humedad.
La fruta en la calle. Enchufes, ropa, garrapiñada.
El zapato, el hombre, el lustrador.
El diario, la revista, el vendedor.

-No, nena no sé que colectivo te deja en Villa del Parque, ¿Me viste cara de Guía T?

El arte callejero.
El subte.
Las calzas rayadas, los tatuajes.

Los tacos contra el piso. El traje. El semáforo.
El 132.
La plaza, la muchedumbre.

El colchón, el hombre. El colchón en el suelo.
La mano. La moneda. La mano curtida, la moneda de 25 centavos.
La desigualdad.

Y lo peor: acostumbrarse.

Buenos Aires… impredecible Buenos Aires.