jueves, 11 de abril de 2013

Marca de agua



Una marca que nos quedó en las paredes y en el corazón.
Sí, estamos monotemáticos. La tormenta nos sacudió la cabeza.
Nos pateó el tablero.
Quedan aún los miedos, la susceptibilidad de que la lluvia se convierta una vez más en la peor pesadilla.
La impotencia de sentirnos vulnerables ante un fenómeno natural.
La bronca de sentir una vez más que los que administran nuestras ciudades no nos cuidan.
En los barrios la situación sigue siendo complicada y hoy está lloviendo de nuevo.
Se buscan funcionarios responsables que se embarren las botas.
Se encuentra la solidaridad vecinal, el compromiso de los movimientos sociales.
El cepillo en mano, la lavandina, el mate, los colchones, los bolsones de ropa, los bidones de agua.
Y nada más.

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