viernes, 1 de febrero de 2008

Historias de Tren II


Si bien son amigas, entre ellas existe una conexión especial. Son tres almas esenciales que cualquier persona tiene derecho a conocer.

Belén, la más alta de las tres, es una joven con aires de mujer; su rostro curtido lleva las marcas de una vida triste, esconde las manchas de una adolescencia experimentada y agitada y las arrugas de una nostalgia futurista. Se ríe mucho y tiene gracia, transmite una confianza secreta y silenciosa; es pura, dentro de su impureza.

Esperanza le hace honor a su nombre, su pelo crespo y su sonrisa elegante son su carta de presentación, más oculta dentro de su pecho un gran corazón y una sensibilidad de la que pocas personas están dotadas. Es terca y de a ratos contradictoria, pero tiene un carisma y una sensatez, que la hacen querible.

Mariana es mi preferida, es la combinación perfecta entre jovialidad y experiencia, entre ingenuidad y madurez. Tiene rasgos únicos, perfectamente ensamblados, sonrisa amplia y labios gruesos, pelo castaño y ojos brillantes. Cualquier hombre se enamoraría de ella con solo observarla unos minutos. Es profundamente emotiva y a la vez juguetona, porque conserva la picardía y la frescura de una niñez tardía.

Siempre andan las tres juntas, y así van por el mundo conociendo gente nueva y dejando enseñanzas por la vida. Son tan distintas y tan parecidas, que por momentos parecen hermanas, porque cada una tiene algo para dar.

Belén me enseñó a creer y a tener fé, aunque yo jamás la tuve.

Esperanza me enseñó a tolerar y Mariana me hizo notar que cada situación tiene algo positivo si se la encara desde un ángulo optimista.

Son hadas, sólo que ellas todavía no se dieron cuenta.

2 comentarios:

Gabo dijo...

Ahora se te dio por escribir relatos. Buena suerte con esto. Particularmente me gustaron los últimos 3 que hiciste (sobre todo el primero de las vías del tren).
Ah, y no te olvides de visitar mi blog: http://gabointhewonderland.wordpress.com

gorriona pampeana dijo...

Muy dulce y mágico este texto. Me encantó y me llevó a lo espiritual.
Qué lindo que escribis!!!